En pleno confinamiento, cuando no había otra opción que el teletrabajo, las empresas tuvieron que reinventar su relación con los trabajadores si querían seguir siendo operativas. Un “pequeño” paso para las empresas ha resultado ser un gran paso para el mundo laboral.
Según un estudio elaborado por la consultora Mercer, el principal objetivo para 2021 del 59% de los departamentos de recursos humanos encuestados es precisamente el de reinventar la flexibilidad para sus trabajadores.
Últimamente estamos viendo como grandes empresas de todo el mundo están desarrollando nuevas políticas laborales para ofrecerle a sus empleados una mayor flexibilidad y nuevos formatos laborales.
Pero una vez que los empleados tienen su home office (el despachito de toda la vida, vamos) y solo pasan por la oficina de vez en cuando…
¿Qué pasa con las oficinas?
No hay duda de que una mayor flexibilidad le puede aportar beneficios a los trabajadores como una mejor conciliación de su vida familiar pero, ¿qué pasa con las oficinas?
Se han convertido en desiertos.
El murmullo de las impresoras se ha apagado y las máquinas de café ya no son las protagonistas de la media mañana. La mayoría de trabajadores no tienen intenciones de volver a la oficina cada día así que las empresas se encuentran con enormes espacios vacíos que les plantean la siguiente pregunta, ¿necesito una oficina tan grande?
La respuesta es un NO rotundo y supone un reto para la industria inmobiliaria a corto y medio plazo ya que muchas empresas buscarán espacios más pequeños al tener a parte de la plantilla teletrabajando.
“El 59% de las empresas se centran hoy en reinventar la flexibilidad”
¿El futuro? Una oficina más social
El trabajo remoto tiene muchos pros pero también tiene algún contra.
La línea entre vida laboral y vida personal se va difuminando y es fácil acabar trabajando más horas de las habituales para acabar aquella cosita urgente. Al no tener una separación clara entre hogar y trabajo puedes acabar con jornadas maratonianas sin desconectar ni encontrar el momento perfecto para apagar el portátil.
Largas jornadas de trabajo encerrado en casa y con Zoom como única ventana hacia el mundo exterior puede causar sentimientos de soledad y aislamiento entre los trabajadores. Al fin y al cabo somos animales sociales y el cafecito de media mañana te alegra el día e incluso puede inspirarte con una idea brillante al compartir dudas con los compañeros.
Hay que darle una vuelta a cómo entendemos la oficina, no para desterrarla, sino para aprovechar lo mejor de la vida de oficina y combinarlo con las ventajas del teletrabajo.
En el equilibro está el truco
Flexibilidad en su estado más puro. Combinar los días en la oficina para poder reunirte con los compañeros, ponerte al día y realizar tareas de equipo para las que una videollamada nos quedaría corta, con la comodidad de tu home office.
Grandes empresas ya han anunciado varias opciones para que sus trabajadores puedan escoger si prefieren volver a la oficina a tiempo completo, quedarse en casa por y para todo o combinar ambas modalidades.
La era de la oficina híbrida está llegando y plantea nuevos retos tanto para empresas como para el mundo inmobiliario: tamaño de la oficina, gestión de espacios, rotación de empleados, buscar apoyo en centros de coworking…
Aún quedan muchos detalles por pulir y seguramente irán apareciendo nuevas ideas y nuevas modalidades hasta llegar a la combinación perfecta pero, ¿la buena noticia? todo el mundo sale ganando.
Los trabajadores tienen más flexibilidad, los empresarios pueden ahorrar costes con oficinas más pequeñas y el sector inmobiliario vuelve a la vida.